26 de julio de 2013

Lo nuestro es un amor con extremos, cariño con interludio, una cuestión de matemática, 50% cariño 50% respeto. Realmente es poner de las dos partes, 50% yo, 50% usted. Usted no pone y yo quito. En esto se basa todo ahora.

Usted se desahoga y yo me quedo callada, como siempre desde hace un tiempo, es la mejor solución la sumisión, frente a un tirano que me cuida pero no me deja opinar, que en base a comentarios me reprime, ¡vaya amor! Sorprendente su forma de amar. Le enseñaré la mía, esa que he aprendido como filosofía de un largo recorrido en el cual se ha hecho presente sólo cuando me descarrilo, porque al parecer, como crecí ya no necesito que conduzca a mi lado. FALSO, mentiroso. Dígame, de dónde sacó esas mentiras paganas, ¿ah? ¿Quién se las enseñó? ¿Acaso cree que no duele? ¿Que no molesta? ¿Bajo qué argumento se engrandeció su poder? ¿A costa de quiénes? ¿Qué le ofrece su trabajo? ¿Fastidio?

Retomando esta incómoda situación; mi forma de amar… le comento, depende la persona puede ser muy sincera, creo ya sabe bien lo analítica que me ha enseñado a ser, así que como resultado del análisis, la magnitud de mi cariño, que por cierto es de MI propiedad, lo cual me da el derecho absoluto de hacer con él lo que me venga en gana, a costa de todos, como cuando a usted se le mete una cosa a la cabeza, lo consigue a corto o largo plazo. Aunque algún día me haga falta mi hogar, quiero decirle que me gustaría palpar la soledad de su mano, pues no me “creo” lo suficientemente fuerte para recibir el golpe completo, lo prefiero por partes. Eso sí, sepa que cuando mi masoquismo quiera reaccionar ya no lo necesitaré presente, ya sólo le daré mi amor, un amor sincero y bueno, de ese que tiende a gustarnos. Por ahora deme tiempo, por más irónico que suene, pues sé bien que puedo perderle en cualquier momento, y espero sepa también que no quiero hacerlo. Yo necesito espacio y usted también, le recuerdo que sigue siendo un ser humano y que también necesita afecto, que no todo se basa en trabajo y que de ser así yo sólo sería una vagabunda, pues me gusta “perder mi tiempo” cultivando pensamientos, así, en metáfora, para que se dé cuenta que esto no es un simple pasatiempo, es mi arte.

Sería egoísta decirle ahora que no lo quiero, pues mentirle a los demás pasa por alto, pero mentirse a sí mismo  es perder voluntariamente la dignidad y el respeto, así que por mi bien lo admito, lo quiero. Pero no porque lo quiera tengo que soportarlo, ni usted a mí, recuerde que esta tarea que le dio la vida es completamente voluntaria, que no depende de mí seguir a su lado, al contrario, depende de usted, puede dejarme cuando guste, el problema fue que se amarró a mí y por esa razón ya no puede hacerlo, además de conocer el hecho de que soy parte de su sangre. Estoy a su alcance y usted al mío, sólo necesito que dé un paso al frente, cuando nos demos cuenta del arrepentimiento ajeno todo volverá a la normalidad, necesitamos chocarnos de nuevo, sólo eso, créame.

25 de julio de 2013

Su cabello, sus ojos, cómo se humedecían sus labios. Su mirada maniática buscando metáfora en la realidad, plasmando palabras en un lienzo infinito que a cambio de su inspiración le robaba poco a poco su alma, su cuerpo, su energía. Le donaba su fuente de vida a la sanidad que le pretendía. No ansiaba nada más que la ultima capa de pureza que adornaba su cuerpo. Nada más ni nada menos. Una malicia, una forma de tortura básica y deliciosa. Delicada y sutil en el marco de lo pagano; de lo pagano con sobremanera.

Me contó un pajarillo

Hace algunas horas vi un pájaro, de esos que le cuentan a las personas lo que no quieren saber con anonimato obligado. Me dijo exactamente lo que no quería escuchar, lo que temía. Me recalcó mis errores en tercera persona y mi ingenuidad solo me permitió saberlo a ultimo momento. Cuando ya no lo necesitaba. Ella hablaba de gente rota estando rota, por eso se le facilitaba tanto hacerlo, punto para aquel pájaro, victoria perdida. Toda su vida malgastada, masacrando sin arrepentimiento. Maldiciendo por convicción. Domando para evitar ser domada. Esta no era su naturaleza, para muchos ella era una fiera, y ¿quién era ella para negar lo innegable?

20 de julio de 2013

El mismo error

No tengo las agallas para decir que aquí no ha pasado nada, pero tampoco la cobardía para ocultar que me gustó. Cuando le pedí que no se fuera ya era tarde y se había alejado, cuando no encontré quién era sólo se alejó, y llegué a creer que había sido yo la egoísta, pero no, me equivocaba, siempre lo admitió él, siempre me lo hizo creer, lo inculcó hasta más no poder.

Bésame por última vez y absorbe el sabor que me queda de ti. Sueña alguna pesadilla en la cual yo protagonice las fantasías más macabras, una que nos deje sin ganas de volvernos a ver. Piénsame una vez más y borremos las memorias juntos. Ámame una sola vez más y recuérdame por qué estoy fracasando en olvidarte.

14 de julio de 2013

¿Por qué feliz vida?

¿Y por qué no? Últimamente ha sido algo controversial en mis días, ya que al parecer les molesta el egoísmo que plantean en su interpretación. Es tan simple como esto: si mañana no puedes verlo, sentirlo, acompañarlo, si no puedes apreciar su sonrisa, sentir sus brazos sobre tu piel, saber que existe o simplemente respirar el aire que alguna vez respiró, ¿No te arrepentirías de haber hecho su felicidad un poco más duradera?