Manchas en mi hoja

Es difícil dejarlos, estaba pensando en dejarles de escribir como hasta el 10 en Enero pero NO PUEDO. Me tomé estos cuatro días y me he relajado y es mucho lo que he pensado, entonces vine a contarles un poco de eso.

[Esta será una de esas cartas que jamas entregare, no porque sea difícil conocer su reacción, sino porque me da miedo el cambio]

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Diciembre 15, 2012

Hace mucho frió afuera, hoy la luna brilla y hay muchas de estrellas que de cierto modo me recuerdan a ti. No puedo dormir, ni siquiera quiero, pero mi cama me retiene como si fuese una camisa de fuerza, mis pupilas se dilataban cada vez mas y lágrimas salían de mis ojos, por un motivo tan insignificante que me hacia sentir miserable, tú.

Tengo miedo del ayer y del mañana, tal vez sea solo miedo a lo que pueda pasar si no te digo esto o tal vez sea miedo a lo que pase si te enteras de que esta carta es para ti. Es un miedo extraño que tardaré mucho tiempo en confesar, pero como sabes, el tiempo y yo solo sabemos pelear; mientras me encargo de confesar lo que siento, me aseguraré de que tus pensamientos ocupen un lugar en mi vida y que tu imagen no salga de mi cabeza.

Me encantaría ser uno de tus extraños por algún tiempo a ver así hago que tu presencia sea mas valiosa por ahora y para no arruinar aquello que podría estar dañando, quiero alejarme un poco, de ti, de tu vida y de todo lo que tenga que ver conmigo; no esperes una llamada, un mensaje o un hola, porque de mi parte, nunca mas.

¿Recuerdas hace algunos meses de que se trataba esto? De ser personas buenas y amigos buenos, eramos de esa gente que no se rinde con ningún silencio, gente que soñaba ser persona. Después de todo, ya sabia que todas nuestras expectativas pronto serian solo palabras.

Creo que te quiero. 

Los latidos de mi corazón eran mas fuertes y los gritos eran cada vez mas altos, las emociones brotaban de mi piel y una pequeña sonrisa adornaba mi cara.