18 de mayo de 2013

Voluntad residual

De nuevo en el mismo hueco, estancada y sin voluntad para seguir adelante, con más cordura que nunca, protestando contra ella siempre y retirándome al primer indicio de derrota, con el orgullo lastimado.

Son ganas de explorar otras cuatro paredes, que vuelvan conmigo cuando se vaya mi arrepentimiento, un café amargo que me haga compañía en una velada cualquiera y otro mundo de imaginación que me brinde otro parecer sobre este asunto absurdo.

La soledad emite gritos mudos que infieren en la tranquilidad de mi silencio, mientras me ahogo en una copa de engaños vino tinto que brinda por mi inconformismo. Entretanto me esfuerzo por vivir renunciando a la vida, entrego mi felicidad y agrieto el pilar que me sostiene, cabo una tumba... A diferencia del resto no muero a diario, ni sin saberlo, ellos gustan trabajando, estresándose, martirizándonos, compitiendo como hienas por un pedazo de carne; yo muero cuando quiero y como quiero  es cuestión de imaginar, escribir, morir y vivir, así hasta que llegue el momento de morir en serio y me convierta en otra hiena en espera de una reforma del sistema.

No hay comentarios: