5 de septiembre de 2013

Hoy no es hoy

Ayer llovió toda la noche, el frío invernal de un país sin estaciones me obligó a adherir mi cuerpo a las sábanas como si deseara fundirme con ellas. Sudaba un poco, soñaba con una persecución, creo que disparaba en repetidas ocasiones pues desperté con mis manos mimetizando una pistola, fue cuestión de segundos antes de que el despertador sonara, pero cinco minutos más no serían un inconveniente para nadie, así que decidí tomarlos.

Veinte minutos después desperté asustada, amarilla y cansada, miré el reloj y sólo pensé en que ya se había hecho tarde, y ya que no puedo devolver el tiempo no iba a correr, seguiría la rutina con los tiempos matutinos. Cinco minutos para llegar al baño, me miro al espejo, limpio mis ojos, y me veo en frente, gorda, celulitis, estrías… ¡al carajo!, mi sobrepeso y yo volamos a la ducha, giramos un poco las llaves y sale el vapor, esconde parcialmente mi cuerpo, ya no se ve; al cabo de un rato salgo, me enfrento al espejo y vuelo lejos.

Ya lista salgo de casa, camino un poco y me paro en la condenada acera, con el paso de los autos se sienten pequeñas ventiscas, estoy congelándome. Llega mi transporte, subo y confronto las despectivas miradas de los pasajeros, ruego que ésta máquina se ponga en marcha y llegue tan pronto como le sea posible.

Bajo, camino un poco, pienso en todo lo que ha pasado en tan poco tiempo… entre todo esto no me he dado cuenta de lo hermoso que está el cielo, de que la luna aún brilla y que el sol aparenta estar solo a unos cuantos metros de ella. Me esperan ocho horas de risa, rabia, burlas y críticas.

Pienso en las posibles soluciones a los problemas que me superan y me quiebran, sólo sé que algún día me voy a morir, por eso no me preocupa nada ni nadie, viviré así hasta que esto acabe, ya llegarán tiempos mejores…

Llego a casa, hoy me gustaría no fuera un día, me gustaría no ser, no estar, no ver, no sentir(te). Hoy me gustaría disfrutar de verdad de las cosas, de los problemas, de los placeres, de la felicidad, me gustaría olvidar por momentos qué me pasa, qué tengo y por qué se preocupan por mí. Me gustaría irme lejos, crecer, porque estoy segura de ello, porque hoy podría estar lejos, porque esta mañana sólo quería gritar "me voy, se hace tarde" y correr hacia las puertas de algún avión o un carro solitario, pero sólo fui de nuevo al mismo lugar, a adiestrar mi pensamiento.

Si yo pudiera ser más grande justo ahora, aunque sólo fuera por algunos días trabajaría duro por aquello que me gusta, le sería fiel a mis sueños, a mi ilusión, a mis metas y no al gobierno, sería difícil pero sólo imaginar lo gratificante me llena de emoción.

Yo podría estar leyendo en una playa, conociendo a alguien, llorando desenfrenada, pero en lugar de eso estoy sentada en una pequeña sala, pensando en la próxima palabra e inconsciente, en cómo escribirla. Estoy sola, aquí, gracias a dos hermosos carceleros por mi bella y hueca voluntad. No me gusta el mundo, pero tampoco me gusto aquí.

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