7 de febrero de 2013

Secretos de ataúd

Ahora ni siquiera nosotros mismos logramos ser sinceros, tenemos que ocultar todo de otros, o en su defecto contarlo a todos para sentirnos ''bien'', sin embargo aun existen los secretos de ataúd, que han vivido conmigo, y morirán conmigo.

Duele que ni siquiera yo, la  de mis secretos, pueda ocultarlos, pues mi constante necesidad irracional de estar en comunicación con el medio me obliga a contarlos.

Mi orgullo interviene continuamente en mi batalla existencial, entre ganar difundiendo o perder divulgando, siempre apoyando al "perder divulgando" aun cuando sabe que mi cabeza necesita con urgencia desahogar toda la basura que hay en ella.

Soy constante testigo de mis pecados, de cada una de las estupideces que hago, de las mentiras que digo, de las cosas que oculto, de mi ironía ...

1 comentario:

Kristalle dijo...

Pues opino que es una pena que no podamos ser sinceros del todo..